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miércoles, 26 de marzo de 2014

Duguin contrapone conservador (nacionalismo) a liberalismo (globalización) y Putin es un conservador a su particular manera de entender: control de la economía por el poder político, defensa de la soberanía nacional, culto a las tradiciones.




Putin no quiere reconstruir la URSS o el Imperio zarista, sino Eurasia. La unión económica creada en 2000, para reagrupar a las ex repúblicas soviéticas, se llama Comunidad Económica Eurasiática (CEE).

La RAE define por euroasiático en primera acepción al “Perteneciente o relativo a Europa y Asia, consideradas como un todo geográfico”, pero Putin no va por aquí. 

El euroasianismo fue una corriente geopolítica de principios del siglo XX, elaborada por un grupo de intelectuales rusos exiliados que veían la revolución soviética como una “transición” necesaria para modernizar un país que volvería a ser nacionalista, tradicionalista y confesional. 

Entendían que los rusos no son europeos, y que con los pueblos vecinos –cristianos ortodoxos (eslavos, rumanos, griegos) y musulmanes– forman Euroasia, un espacio entre Europa y Asia. 

El “Heartland” del geógrafo británico Halford Mackinder, tesis en la que se inspiraron, en contraposición a las “islas periféricas” (América, Gran Bretaña…). 

Quien domina el “Heartland”, domina el mundo, especialmente si controla Ucrania. Sus principales pensadores eran el príncipe y lingüista Nikolai Trubetzkoy, el historiador Konstantin Cheidze, el profesor de literatura Dimitri Mirsky y el filósofo Petr Savisky, entre otros.


Aunque estas ideas perdieron fuerza en los años treinta, siguieron flotando en el Moscú de la Guerra Fría. El problema es que al desmoronarse la URSS, la gran catástrofe geopolítica del siglo XX según Putin, con el sentimiento de humillación que conllevó, volvió a resurgir el euroasianismo pero con una connotación nacionalista más radical. 


Su principal ideólogo actual es Aleksandr Duguin, un carismático y mediático “filósofo”, hijo de un oficial del KGB. Se le podría definir como “rojo-pardo”, extraño término que acuñaron los politólogos para calificar a aquellos políticos nacionalistas que emergieron en la Europa del Este tras la Guerra Fría, que sorprendían por sus bandazos entre el comunismo y el fascismo. 

Duguin dirige el Movimiento Euroasiático que es el antiguo Partido Nacional-Bolchevique. Apoyó tanto al Partido Comunista de Guenadi Ziuganov como a los neozaristas de Pamyat y a los neofascistas de Edvard Limonov. Difusor de las ideas de la Nueva Derecha, llama al eurasianismo Cuarta Teoría Política (después del liberalismo, marxismo y fascismo).

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