La comunión de los divorciados vueltos a casar por lo civil no es el asunto central del sínodo

El «caso Beckmann»: un testimonio que cuestiona la supuesta «misericordia» de la tesis de Kasper


por Carmelo López-Arias / ReL

La comunión de los divorciados vueltos a casar por lo civil no es el asunto central del sínodo, pero sí aquel en torno al cual pivotan las posiciones de los grupos.


En su página web personal, el jurista alemán de 54 años Rainer Beckmann, especialista en cuestiones de bioética, se describe a sí mismo: nacido en 1961, casado, cuatro hijos.

Casado. Porque, efectivamente, lo está, a pesar de la tragedia que se introdujo en su vida hace un lustro, y que relata en una obra de reciente publicación en Alemania: Das Evangelium der ehelichen Treue. Eine Antwort auf Kardinal Kasper [El Evangelio de la fidelidad conyugal. Una respuesta al cardenal Kasper].

A principios de 2010, tras casi un cuarto de siglo de matrimonio, la esposa de Beckmann inició una relación con otro hombre. En verano se marchó de casa, en 2012 se divorció y en 2013 contrajo matrimonio civil con su nueva pareja.

El valor del compromiso adquirido ante Dios

"La ruptura de nuestra familia fue la mayor catástrofe de mi vida", explica: "Mi mujer y yohabíamos sido durante muchos años un matrimonio que en nuestro entorno se consideraba absolutamente ´modélico´ y firmemente cristiano", con una buena formación católica para sus hijos y frecuente participación en actividades parroquiales.

En los meses siguientes, totalmente destrozado por la situación, atormentado por si debía seguir luchando por recuperar a su esposa y durante cuánto tiempo, animado por amigos a que la olvidase y aceptase la separación, tentado para iniciar él también una nueva relación, Rainer luchó con su fe. Hasta que, tras muchas tribulaciones, tomó una decisión: "Un segundo matrimonio no solo iba en contra de las enseñanzas de Cristo y de la doctrina de la Iglesia, sino también y ante todo de mi propio compromiso matrimonial, claro e inequívoco. Yo le había prometido a mi mujer, solemnemente y en presencia de Dios, amarla, honrarla y respetarla ´hasta que la muerte nos separe´. Dado que el día de la boda dije eso en serio, yo debía y quería atenerme a ello".

Y escribe ahora su testimonio, que no es sólo personal sino sólidamente fundamentado en la doctrina de la Iglesia, como "una voz importante en el debate de los divorciados vueltos a casar".

Once cardenales "se mojan"

Quien lo dice es el prologuista del su libro, el cardenal alemán Paul Josef Cordes, presidente emérito del Pontificio Consejo Cor Unu, y lo dice en su aportación a una obra también capital cara a los problemas que está debatiendo el sínodo de los obispos: Once cardenales hablan sobre matrimonio y familia (Cristiandad).



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