Gran discurso parlamentario provida
El pasado 13 de febrero, al defender la futura ley que propone el Gobierno, Esperanza Oña (alcaldesa de Fuengirola y diputada del PP en el parlamento andaluz) no quiso hacerlo con la boca pequeña, razones de compromiso o complejos de inferioridad, que es lo habitual. Médico de profesión, fue al fondo del asunto (la eliminación de una vida humana) y su intervención resultó devastadora para el argumentario abortista... y para la tibieza de la mayor parte de sus compañeros de partido.
Hay puntos en su discurso, como en el mismo proyecto de Alberto Ruiz-Gallardón, que casan mal con la doctrina de la Iglesia, pero la contundencia y convicción de la mayor parte de sus palabras, que atañen a lo sustancial del debate, son en fondo y forma de lo mejor que un político en ejercicio ha dicho al respecto en los últimos años.
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