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martes, 10 de febrero de 2015

El problema del mal no basta para desechar la religión: 6 respuestas del padre Purcell al ateo Fry


Stephen Fry critica a Dios, con 5 millones de visionados


por P.J.Ginés

El padre Brendan Purcell responde con agilidad a algunas quejas de Stephen Fry contra Dios... aunque el tema es un clásico de la filosofía y no se agota rápido

Es una prengunta casi tan antigua como la filosofía:si Dios es bueno, ¿cómo es que hay mal en el mundo? Es un tema que sigue apasionando. Aunque apasionarse no siempre significa pensar filosóficamente.

Recientemente el actor (en El Hobbit interpretaba al gobernador de la Ciudad del Lago) y escritor cómico inglés (y militante homosexual), Stephen Fry, ha utilizado toda su simpatía de hombre del espectáculo y de orador chispeante en una entrevista en la televisión irlandesa para criticar a Dios, quien vendría a ser, según el actor, "claramente un maníaco totalmente egoísta". Al mismo tiempo que defiende que Dios no existe, se enfada con Dios por crear un universo donde hay cáncer de huesos y moscas que se alimentan de los ojos de los niños.

En pocos días, su sermón anti-Dios ha conseguido 5 millones de visionados y 49.000 "me gusta" en YouTube (frente a 3.000 "no me gusta"). A mucha gente le relaja poder echar las culpas a los que mandan, y Dios parece mandar mucho: es muy adecuado para echarle las culpas aunque no se crea en Él.

El tema de los niños es un clásico. Alguien dijo que "la muerte de un niño en más terrible que toda la biblioteca del ateísmo". Pero también es cierto que grandes mentes alejadas de Dios se acercaron a Él precisamente a raíz de la enfermedad o muerte de sus hijos.

Y las desgracias que escandalizan a muchos occidentales contra Dios son vistas en otras culturas (y en personas muy pobres) como un misterio, no como un arma arrojadiza contra la divinidad. "Aquí nadie está enfadado con Dios", decía asombrada una misionera catalana que ponía prótesis en Haití a víctimas mutiladas del último gran terremoto, algunas de ellas supervivientes de familias destruidas.

Chris Arnade, que fue "trader" de finanzas durante 20 años, en 2012 empezó a dedicarse a fotografiar drogadictos y prostitutas y mendigos. Aún definiéndose como ateo, al ver la fe de los más quebrantados, empezó a sospechar que el ateísmo era un lujo de ricos. Según constató, reaccionar al mal y al dolor pidiéndole cuentas a Dios con ira e indignación parece propio de una minoría de occidentales más o menos acomodados.

Pero también es una reacción humana intemporal: el santo Job sufre en la Biblia mil desgracias y aunque no se lanza con ira con Dios, sí le pregunta una y otra vez cómo es posible.

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