"Putin quiere rehacer el imperio soviético"

Entrevista a Konstantin von Eggert, ex jefe de la sede de la BBC en Moscú


“El objetivo no declarado de Putin es devolver bajo la influencia económica y política de Rusia no solo a Ucrania sino a todos los Estados de la antigua Unión Soviética, privándoles de su plena soberanía”. Son palabras de Konstantin von Eggert, ex jefe de la sede de la BBC en Moscú. En su opinión, “el objetivo estratégico del Kremlin hace extremadamente difícil cualquier acuerdo duradero con los países de la OTAN, aunque nadie niega la posibilidad de que ambas partes puedan aceptar una tregua táctica de breve duración”.

Han empezado las conversaciones de Minsk en las que participan los líderes de Ucrania, Rusia, Francia y Alemania. ¿Qué probabilidades de éxito tiene la mediación de Merkel y Hollande?

Hay una posibilidad de llegar a un acuerdo, aunque no creo que sea duradero porque el objetivo de Rusia es una Ucrania totalmente dependiente y con una soberanía limitada. El objetivo de Kiev en cambio es el de recuperar el control total de su destino. No creo que ni Moscú ni Kiev vayan a cambiar de actitud, y eso significa que hay muy pocas esperanzas de compromiso. No espero nada sustancialmente nuevo de las conversaciones de Minsk.

¿De verdad cree que Putin quiere conquistar la parte filo-occidental de Ucrania?

El objetivo del Kremlin es crear una Ucrania totalmente dependiente y con una soberanía limitada. No conquistar algún terreno más o menos, sino crear una Ucrania bajo control ruso, desde el punto de vista político y económico. Otra cuestión es la que se refiere a los objetivos alcanzables a medio y corto plazo, pero a largo plazo el objetivo del Kremlin es el que ha descrito, aunque sea muy difícil de lograr.

Si Putin gana en Ucrania, ¿amenazará también a los Países Bálticos, Polonia, Rumanía?

Estos países forman parte de la OTAN, atacarles supone el peligro de desencadenar una guerra europea. Pero francamente, hace seis u ocho meses estaba totalmente convencido de que este escenario no se produciría nunca, mientras que ahora hay pequeños signos que apuntan a la posibilidad de una guerra de gran alcance.

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