Solzhenitsyn - Pensamiento, vida y obra
Uno de los gigantes del siglo pasado en la eterna lucha por un mundo de hombres libres. Uno de los raros hombres que pudo hacer de buena fe un giro intelectual de 360 ° y quedar apuntando otra vez hacia el norte. Un hombre que mostró en la práctica la importancia, el poder y el efecto de la lucha de ideas bien llevada. Un maestro en el arte de superar obstáculos aparentemente infranqueables. Una especie de guía de alta montaña, de cadenas de cimas aún inexploradas hasta que él mismo las recorrió palmo a palmo -voluntaria e involuntariamente- para mostrarnos un camino posible hacia nuevos y diferentes horizontes, hacia tierras ignotas, a una humanidad cansada de repetir experiencias y de vagar sin éxito por caminos de un supuesto crecimiento indefinido y de interminables desarrollos científicos, económicos y tecnológicos, harta de explorar la glorificación de la materia y el cuerpo, hedonista, dedicada masivamente a consumir individualmente luego lo que ha instituido como consumo obligatorio, como lo hace con los deportes de masas, luego de haber implantado la masificación del deporte, y como se distrae realizando turismo de masas luego de haber instalado la masificación del turismo en el mundo.
¿A quién no le hubiera gustado disponer de una “cámara oculta” para poder acceder desde adentro a los cambios producidos por la revolución rusa? ¿A quién no le hubiera gustado pasar horas y horas escuchando los relatos sobre el reemplazo de una cultura y de un sistema político como el zarista a uno radicalmente diferente como el soviético?
Contenido
- Índice
- Introducción
- Seis vidas en una
- Infancia y juventud 1918-1940
- La guerra 1940-1945
- La cárcel y el exilio interior 1945-1956
- Escritor y ciudadano 1956-1974
- Un exilio creativo y combativo 1974-1994
- De vuelta en Rusia 1994-2008
- Epílogo
La herencia intelectual de Solzhenitsyn es de una magnitud aún no sopesada por la intelectualidad occidental. Los millones de libros vendidos, son como semillas al viento que esperan aún caer en tierra fértil para germinar y producir frutos en abundancia.
Educado en el amor por su patria, la convulsionada época que le toca vivir y los acontecimientos por los que tiene que atravesar (a pesar suyo) lo precipitan a un protagonismo histórico que va forjando su vocación de pensador, de escritor y de intelectual-político; un verdadero “think tank” ambulante…
La profundidad de los dramas de su país, la revolución, la guerra, la pérdida de la libertad, la convivencia forzosa con lo mejor y lo peor del ser humano, su pesimismo realista respecto del hombre del siglo XX y finalmente el cáncer, son hechos que le van demostrando la imposibilidad de encontrar soluciones de fondo que no incluyan la trascendencia de la persona, la conciencia de la providencia de Dios respecto de cada ser creado, y el “acompañamiento” personal del Creador a cada hombre durante su vida.
Todo este camino se resume en seis estrofas de una poesía suya escrita en el momento de su conversión:
¿Cuándo esparcí la buena simiente al viento
como si fuera paja
y rechacé aquellos templos
en que fui acunado por Tus jubilosos himnos?
Mi deslumbrante sabiduría cosechada en los libros resultó más de lo que este arrogante cerebro podía soportar.
Todo este camino se resume en seis estrofas de una poesía suya escrita en el momento de su conversión:
¿Cuándo esparcí la buena simiente al viento
como si fuera paja
y rechacé aquellos templos
en que fui acunado por Tus jubilosos himnos?
Mi deslumbrante sabiduría cosechada en los libros resultó más de lo que este arrogante cerebro podía soportar.
El mundo se extendía ante mí con sus secretos
y el destino era simple cera en mis manos.
Cada nueva oleada de sangre batiendo en mi interior me tentaba con su deslumbrante clamor
mientras la fe de mi corazón se derrumbaba en silencio
como un edificio abandonado, destinado a la ruina.
Pero eligiendo mi camino entre la vida y la extinción ahora cayendo, ahora levantándome,
contemplo con nuevos ojos la vida que una vez seguí
y contemplándola, me estremezco de agradecimiento.
No fue mi intelecto, ni mi deseo, lo que determinó cada vuelta del camino
Sino la firme y constante luz de un designio Superior
que solo con el tiempo pude captar.
Y ahora, mientras bebo con nueva moderación de las vivificadoras aguas, veo
que mi fe ha sido restaurada, ¡Oh Señor de la Creación!
Renuncié a ti, pero tú permaneciste a mi lado.
y el destino era simple cera en mis manos.
Cada nueva oleada de sangre batiendo en mi interior me tentaba con su deslumbrante clamor
mientras la fe de mi corazón se derrumbaba en silencio
como un edificio abandonado, destinado a la ruina.
Pero eligiendo mi camino entre la vida y la extinción ahora cayendo, ahora levantándome,
contemplo con nuevos ojos la vida que una vez seguí
y contemplándola, me estremezco de agradecimiento.
No fue mi intelecto, ni mi deseo, lo que determinó cada vuelta del camino
Sino la firme y constante luz de un designio Superior
que solo con el tiempo pude captar.
Y ahora, mientras bebo con nueva moderación de las vivificadoras aguas, veo
que mi fe ha sido restaurada, ¡Oh Señor de la Creación!
Renuncié a ti, pero tú permaneciste a mi lado.
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