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lunes, 25 de febrero de 2013

"Pretendo referir lo que me ha aportado personalmente este gran intelectual alemán que decidió colgar la sotana blanca para encerrarse a rezar y escribir entre cuatro paredes"


Por Rafael Domingo Oslé

No es mi intención analizar en estas reflexiones el pontificado de Benedicto XVI, quien dejará de ser Papa el 28 de febrero a las 8 de la tardetras una renuncia histórica cargada de simbolismo.

Los papas gustan de mover sus fichas pensando a largo plazo, a larguísimo plazo, sabedores de que gobiernan una institución milenaria, llena de goteras y grietas, achacosa a veces, pero siempre viva y pujante pues la muerte no está pensaba para ella.

Joseph Ratzinger no es excepción. El Papa es plenamente consciente de que en estos momentos está haciendo historia, marcando una nueva pauta en la Iglesia con esta última decisión suya tan audaz y valiente. Por eso, tiempo al tiempo. Ya llegará la hora de valorar objetivamente un Pontificado que, con sus luces y sus sombras, acabará enalteciendo la figura de Benedicto XVI.

Mi objetivo hoy es más modesto. Tan solo pretendo referir lo que me ha a
portado personalmente este gran intelectual alemán que decidió colgar la sotana blanca para encerrarse a rezar y escribir entre cuatro paredes junto a un pequeño huerto ecológico.

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La presencia del maestro estimula la inteligencia, alienta la creatividad, despierta la imaginación.

El maestro te cautiva, como me cautivó a mí Joseph Ratzinger, cuando le conocí en febrero de 1998 en la Universidad de Navarra con ocasión de su visita para recibir un doctorado honoris causa

Fueron unos días memorables en los que pude tratar de cerca al entonces cardenal Ratzinger. El galardonado quiso residir unos días en el Colegio Mayor Belagua con el fin de vivir intensamente el ambiente universitario de la Universidad de Navarra.

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Un maestro puede dejar de ser Papa, pero no de enseñar. Por eso, quiero compartir las diez lecciones más importantes que he aprendido de Benedicto XVI. No son las mejores aportaciones de Ratzinger a la Teología; tampoco se derivan necesariamente de sus principales hitos como Pontífice. Son sencillamente lecciones de un maestro.

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Leer aquí: cnnespanol.cnn.com

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