Translate

sábado, 17 de agosto de 2013

España: La experiencia de los últimos años es muy aleccionadora respecto a los efectos negativos que produce debilitar las creencias cristianas y desvertebrar moralmente las conciencias


por Monseñor Francisco Gil Hellín


Los medios de comunicación social dan cuenta todos los días de algún caso de corrupción. No es extraño, porque en los últimos tiempos ésta se ha generalizado en el mundo financiero, económico y político. Baste pensar que, sólo en la última década, se han detectado en España ochocientos casos de corrupción con dinero público y más de dos mil detenciones relacionadas con ellos. Como este tipo de cosas suelen conocerse con efectos retardados, no es aventurado afirmar que las estadísticas de la corrupción seguirán aumentando con el paso del tiempo.

Pero no vale rasgarse únicamente las vestiduras cuando hablamos de la corrupción pública: política, empresarial, sindical, y ejercer de puritanos cuando descendemos al ruedo de la vida de los ciudadanos de a pie. Ciertamente, son muy llamativos y escandalosos los casos que afectan a tanto dirigente de Caja de Ahorros, a tanto concejal de urbanismo, a tanto sindicalista conseguidor de subvenciones que se ha apropiado del dinero que estaba a su alcance, sin pensar el daño que infligían a los demás. Pero no hace falta escarbar demasiado para que vengan a nuestra memoria frases como “¿con IVA o sin IVA?” o “es completamente legítimo dejar un matrimonio de veinte años para seguir el placer e interés de uno mismo”, las cuales tienen el mismo substrato ético o, mejor dicho, la misma carencia ética.

..............

Leer más aquí: www.religionenlibertad.com


No hay comentarios:

Publicar un comentario