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martes, 9 de diciembre de 2014

No hay muchos curas católicos que puedan decir que han sido inspectores de la Policía soviética.


Fue seminarista clandestino, después 
fue inspector de la Policía soviética... 
y cura a los 63 años


«Dios saca bienes de nuestros errores», dice el P. Bojars


No hay muchos curas católicos que puedan decir que han sido inspectores de la Policía soviética.

Este es el peculiar caso del padre Konstantins Bojars, que fue seminarista clandestino en la URSS, llego a ser cura, luego colgó los hábitos, se hizo policía y fiscal soviético, buceó en el mundo del crimen, y volvió a la fe y a la vida sacerdotal después de una larga espera, un periodo de prueba.

Recuerda la conquista soviética
Konstantins Bojars nació en Letonia en 1932. Dice que recuerda cuando los tanques soviéticos tomaron su país en 1936, que recuerda el paso de los tanques hacia Riga teniendo él 4 años. Y después llegaron los nazis. Y después los soviéticos otra vez.

En su familia eran 6 hermanos, aunque dos murieron por enfermedades siendo niños. En las zonas rurales recién conquistadas la persecución religiosa no era tan sistemática como en otros sitios. Podía ir a misa cada domingo con su familia, a una iglesia a 5 kilómetros de su casa. Recibió dos años de catequesis, hizo la primera comunión ysiguió acudiendo a la parroquia y ayudando como monaguillo.

En el seminario clandestino
En 1949, con 17 años, marchó a Riga dispuesto a ser sacerdote. Ingresó en el seminario clandestino. Era un seminario que las distintas autoridades civiles habían abierto y cerrado en varias ocasiones. El obispo a veces ordenaba estudiantes de último curso o seminaristas de forma apresurada, por ejemplo al ver volver a los soviéticos.

"Para el gobierno resultaba fácil disolver el seminario: bastaba con llamarnos a filas y enviarnos al lugar más lejano posible de la URSS. Algunos, como yo, acabamos haciendo el servicio militar en un pueblo de Rusia donde estaban construyendo el ferrocarril de Moscú a Borkuta. Hacía un frío terrible que llegaba en ocasiones a los 50 grados bajo cero. Se podía soportar porque era un frío seco pero teníamos que estar moviéndonos constantemente para no congelarnos". En aquel campo llegaron a ser 9 los seminaristas lituanos. Recuerda que, al menos, las autoridades del lugar no se portaban mal.


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Libros

Le Trêtre




 A Russian spy is assigned to become a priest to uncover a plot by the Catholic Church to undermine the newly formed government, but the faith in which he is immersed begins to affect his original dedication to the party, and subsequent political changes cause confusion and turmoil. 

From the inside cover: "Was he actually a dedicated Communist, posing as a priest while he reported the secrets of the confessional? Or had his twenty-year masquerade converted him, against his will, into a true believer in Christ? Whatever his real vocation, some men would call him 'the traitor' - but who knew if they spoke the truth?"

What a fascinating depiction of intrigue and subversion. A Russian spy is assigned to become a priest to uncover a plot by the Catholic Church to undermine the newly formed government, but the faith in which he is immersed begins to affect his original dedication to the party, and subsequent political changes cause confusion and turmoil. Very well written!





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