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domingo, 22 de junio de 2014

Sacerdotes que oran y ofrecen expiación para proteger a otros sacerdotes «atacados por el demonio»


LA MISIÓN DE P. CORNELIO
 Y SUS HERMANOS

Son 150 sacerdotes, más varios cientos de religiosas y laicos consagrados repartidos por el mundo, auténticos ‘guerreros espirituales’ en pleno siglo XXI, debido al particular carisma y espiritualidad de su Orden de los Canónigos Regulares de la Santa Cruz y el movimiento Opus Sanctorum Angelorum. Una de sus particulares tareas es ofrecer expiación para proteger -mediante la oración y adoración eucarística-, a todos los sacerdotes que «son atacados por el demonio» o se encuentren bajo algún yugo que los aleja de su ministerio y fidelidad a Dios.


(Portaluz/InfoCatólica) El padre Cornelius Pfeifer, Licenciado en Liturgia y con un doctorado sobre Ángeles y Liturgia por la ‘Pontificia Universidad de la Santa Cruz’ de Roma, es uno de estos sacerdotes que tiene a los Ángeles como aliados poderosos de su tarea y para quien las diversas propuestas que hoy ofrece la New Age corrompen la espiritualidad auténtica, la verdad sobre los ángeles y mueven al error incluso a muchos católicos.

Sus declaraciones a Portaluz, contienen argumentos nacidos de la experiencia respecto de esos temas, además de novedosas revelaciones sobre el «Ángel de la Guarda» y la unión espiritual que ocurre en la Adoración Eucarística entre el hombre y los ángeles.
La Orden de los canónigos regulares de la Santa Cruz y el Movimiento Opus Sanctorum Angelorum dice tener por misión «la expiación por la salvación de las almas, especialmente de sacerdotes y consagrados». Expiar significa borrar culpas. ¿A qué se refieren ustedes y qué hacen para expiar?

Borrar, solo Dios puede borrar la culpa a través de su misericordia. Los sacerdotes, cuando ellos se confiesan, Dios les perdona sus culpas y pueden comenzar de nuevo. ¿Pero ahora, cómo reparar las consecuencias del pecado? Bueno, también ofreciendo nuestras oraciones, sacrificios, renuncias… en especial por los sacerdotes, primero porque ellos están atacados por el demonio y necesitan una protección, una nube de oración y por eso les enviamos a los santos ángeles a todos ellos. Por ejemplo, hacemos lista de todo el clero de una diócesis y aquella gente que se compromete, reza por cada uno de ellos, asumiéndose una cierta maternidad espiritual. Esa es nuestra primera tarea, apoyar a la Iglesia apoyando a nuestros sacerdotes, para que pueda darse la gracia y sean ejemplos de santidad para el pueblo. Si queremos apoyar, expiar la culpa de otra persona, yo hago algo, pongo mi oración pidiendo a Dios para que convierta a esta persona. Dios respeta la intimidad y la decisión tiene que tomarla la persona misma, pero por la intercesión Dios da gracias, da un cierto calor, un amor de Dios, el conocimiento de su misericordia. Y eso ayudará a la persona que quizá está esclavizada en su vicio o pecado para tomar una decisión y salirse, aceptar a Cristo.

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