Miles protestan en Brasilia contra el aborto
y el “matrimonio” homosexual.
El evangelista más famoso de Brasil, Silas Malafai, el pasado miércoles encabezó un protesta de decenas de miles de evangelistas frente al Congreso Nacional de aquel país. Los manifestantes buscaban recordar a los legisladores que la población cristiana de Brasil no está dispuesta a quedarse callada ante la despenalización del aborto y la creación del “matrimonio” homosexual.
El canal de televisión de Brasil, Globo, reportó que Malafaia dijo a los manifestantes: “La sociedad es libre de criticar a los evangélicos, de criticar a los católicos, de criticar a los diputados. Pero si uno critica las practicas homosexuales entonces es ‘homofobia’.”
Malafaia advirtió a los manifestantes que con la propuesta “ley anti-homofobia” cualquier manifestación de desacuerdo con el estilo de vida homosexual podrá ser silenciada. “El activismo gay busca criminalizar la opinión, pero opinar no puede considerarse un delito.”
“Los de la izquierda buscan controlar la prensa. Están pensando que estamos en Bolivia o en Venezuela. ¡Aquí no! Aquí la prensa es libre. Los izquierdistas quieren un nuevo marco regulatorio para tener control sobre la prensa, sobre el Estado, sobre la sociedad. Quieren someter a la gente. Nadie nos va a callar. Para callar nuestra voz van a tener que rasgar la constitución de Brasil,” dijo en su discurso.
El canal de televisión de Brasil, Globo, reportó que Malafaia dijo a los manifestantes: “La sociedad es libre de criticar a los evangélicos, de criticar a los católicos, de criticar a los diputados. Pero si uno critica las practicas homosexuales entonces es ‘homofobia’.”
Malafaia advirtió a los manifestantes que con la propuesta “ley anti-homofobia” cualquier manifestación de desacuerdo con el estilo de vida homosexual podrá ser silenciada. “El activismo gay busca criminalizar la opinión, pero opinar no puede considerarse un delito.”
“Los de la izquierda buscan controlar la prensa. Están pensando que estamos en Bolivia o en Venezuela. ¡Aquí no! Aquí la prensa es libre. Los izquierdistas quieren un nuevo marco regulatorio para tener control sobre la prensa, sobre el Estado, sobre la sociedad. Quieren someter a la gente. Nadie nos va a callar. Para callar nuestra voz van a tener que rasgar la constitución de Brasil,” dijo en su discurso.
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