Siga los pasos al pie de la letra, ¡pero luego no se asuste de los resultados!
1. Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que le pida, así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.
2. No le dé ninguna educación espiritual. Espere que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
3. Cuando diga palabrotas, ríaselas. Esto le animará a hacer más cosas graciosas.
4. No le regañe nunca ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejo de culpabilidad.
5. Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes,… Hágaselo todo. Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.
6. Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no le importe que su mente se llene de basura.
7. Dispute y riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño. Así no se sorprenderá ni le dolerá demasiado el día en que la familia quede destrozada para siempre.
8. Déle todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer de dinero es necesario trabajar.
9. Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.
10. Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores, vecinos, etc. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad lo que quieren es fastidiarle.
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