Blanqueo de fracaso estatal
Estamos acostumbrados a ver la sombra del estado en casi todos los apartados de nuestra vida, tanto por cómo la administración pública llega directa o indirectamente a todas las actividades a través de sus funcionarios, autorizaciones administrativas, organismos y empresas públicas, subvenciones, fuerzas y cuerpos de seguridad, impuestos, etc., como por las obligaciones que el estado impone a través de las distintas normas jurídicas.
El grado de intervencionismo del estado y de respeto por la libertad de los ciudadanos varía de un país a otro, de forma que en las sociedades como las españolas en las que los ciudadanos demandan una gran cantidad de servicios al estado además de las esenciales -tales como sanidad, educación, desempleo, pensiones, ayudas sociales, etc.-, éste último se ve obligado a preocuparse, regular, gastar e intervenir en dichas cuestiones que no son consustanciales al mismo.
Fundacion Burke
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