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domingo, 24 de junio de 2012

Argentina: “La nueva utopía social es ser reconocido como excluido”

Archibaldo Lanús: “La nueva utopía social es ser reconocido como excluido”
Entrevista al diplomático, exembajador en Francia, historiador, escritor y doctorado en economía
Es uno de los diplomáticos de carrera con más larga trayectoria. Abogado y doctorado en economía internacional. Los gobiernos de facto lo expulsaron de la Cancillería, desde el 75 hasta el retorno de la democracia en 1983. Fue embajador ante Naciones Unidas y en Francia, que lo homenajeó con la condecoración más importante del mundo, la famosa Legión de Honor. Historiador y negociador argentino de la Ronda de Montevideo. Baila tango y tiene amistad con varios exponentes del género, como Horacio Ferrer, autor de “Balada para un loco”. Escritor y ensayista, llegó de la mano de Pro Cultura para presentar mañana su último libro: “Argentina inconclusa”. Archibaldo Lanús charló a fondo con El Tribuno y entramó un diálogo picante, polémico y sin anestesia.
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"... la forma en que el argentino concibe y gestiona la política es donde debemos buscar la enfermedad, el problema. Las costumbres son más importantes que las instituciones, dice Alexis de Tocqueville, y la Argentina tiene grandes defectos en su cultura política. La primera mala costumbre es que concebimos la política como un combate para someter al otro, como una guerra donde hay que eliminar al otro, vencerlo. Pensamos que la política es tomar una preeminencia, un privilegio sobre el otro. Viene de una larga tradición, de guerras civiles, discordias y enfrentamientos. Esto se termina expresando políticamente en una hegemonía del Poder Ejecutivo. 
Existe una monarquía absoluta y también la república absoluta. En una está el rey erguido por principios divinos y en la otra el presidente erguido por los principios de la codicia y el poder, que es lo que guía a gran parte de los hombres políticos argentinos. Este poder absoluto del Ejecutivo rompe todo el sistema republicano. Es lo que llaman “democracia delegativa”. El hombre vota y deja todo en manos, no de un conjunto de instituciones y consultas, sino de cuatro o cinco personas que van a interpretar los intereses del pueblo. Se pueden buscar ejemplos desde la época de Rosas. Pero hoy, la división de poderes y el federalismo están totalmente desnaturalizados por esa hegemonía del Ejecutivo.
Otra mala costumbre es considerar al Estado como el botín de la política. En la Argentina se confunde el Estado con el gobierno, cosa que no ocurre en otro lugar del mundo que tenga un sistema político desarrollado." ....



Causa Argentina

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