El foquismo destituyente antirrepublicano ha comenzado
por Humberto Bonanata
El gobierno de Cambiemos encabezado por Mauricio Macri ha cumplido sus primeros ocho meses de vida. Un sexto de mandato, diría el autoexcluido integrante de “Animales Sueltos” Jorge Asís quien en su séptima década de vida no logró superar, ante su constante sarcasmo massista, la catarata de twitts que lo enjuiciaban por segundos ante sus prédicas comparativas del primer gobierno de Cambiemos como el “tercer gobierno radical”.
Cierto es que hay errores que se repiten, especialmente en materia de comunicación social. Y eso que Marcos Peña o Iván Pavlovsky resultan incomparables ante el señorío y calidez humana de José Ignacio López.
Desde el prevaricato cometido en dos oportunidades por el Juez Federal Martínez de Giorgi el no obligarla a comparecer por la fuerza pública a la terrorista de Estado -modelo 2016-, Hebe Pastor de Bonafini, el 4 de agosto y luego apersonarse a tomarle declaración indagatoria el lunes pasado -como disculpándose ante flagrante ignominia ante la madre putativa de la subversión resistente a la democracia republicana y liberal- a la agresión recibida por el Presidente de la Nación Mauricio Macri al inaugurar el Plan Habitat en la ciudad de Mar del Plata para llevar agua potable y cloacas a barrios marginales que todos los gobiernos peronistas utilizaron y olvidaron, la República Argentina toda recibe un llamado de atención que, de no ser tomado en cuenta por los burócratas de turno, puede congraciar la profecía tan deseada de Asís.
La llamativa "zona liberada" por la Policía Bonaerense hicieron transitar a Macri entre piedras o balas -daba lo mismo- aunque para la República hubiera significado un cisma.
¿Algo que ver con las denuncias de Carrió sobre su la narcoprotección aún constante?.
La cuestión de Estado ineficiente es que el Presidente de la Nación y la Gobernadora bonaerense en lugar de piedras pudieran haber recibido balas.
No estamos defendiendo el fracaso de la política económica -tarifazos incluidos- ni una inflación proyectada a diciembre cercana al 40% con un dólar prefijado a $ 16,50, ni LEBACS al 30,80% mensual, ni caída en el consumo del 5,4% en julio, a pesar del aguinaldo.
Estamos defendiendo nuestro sistema de vida y el de nuestros hijos.
La República se debate entre el cambio o el ocaso del resentimiento.
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