domingo, 23 de junio de 2013

Argentina: La implosión del modelo neofascista K

EL ANUNCIO DE SERGIO MASSA

por ALPHONSE DE LUXEMBURGO


Con Sergio Massa comienza la gran diáspora kirchnerista cristinista: sin duda es un dato impresionante de la coyuntura, y lo que refuerza el anuncio del alcalde de Tigre. Es cierto que hay enojo tanto en Francisco de Narváez como en Margarita Stolbizer por la repercusión mediátia del anuncio de Massa pero es preocupante que no entiendan, por sus propias necesidades personales, la importancia profunda de lo que significa. No se trata de votar o no a Massa y su Frente Renovador sino de que el kirchnerismo cristinista se encuentra definitivamente ubicado en la puerta de salida explica el agudo catedrático que firma con el seudónimo de Alphonse de Luxemburgo.


El desembozado golpismo delcristinismo, a la vez que su sustento fascista y corporativo, ha quedado expuesto con una contundencia que propicia la diáspora de quienes alguna vez creyeron en la pátina fraudulentamente revolucionaria que galvanizó el discurso oficial (con algunos gestos económicos ad hoc, para darle algo más de fiabilidad), empujando a sus desconcertados acólitos a un fanatismo frenético e irremediablemente irracional (cada vez más, en tanto las peripecias de Lázaro Báez se revelan).

Una diáspora que el salto definitivo de Sergio Massa como opción política ajena al kirchnerismo amenaza con tornarla en estampida.

El hecho que consiguió descubrir la esencia de la decadente experiencia kirchnerista fue, sin duda, el fracasado intento por imponer una reforma judicial, ostensiblemente orientada a neutralizar políticamente al único de los tres poderes del Estado –el Judicial- que escapaba a los arbitrios del régimen.

Cuando CFK, en su ofuscación, exclamó el jueves 20/06 en Rosario que “la voluntad popular está sobre cualquier otro poder, y también el derecho a votar”, ella dejó definitivamente en claro que su proyecto, fallido, era atentar contra la misma Constitución que juró defender y respetar, por cuanto esa Constitución, de la que la actual Presidente fue constituyente, ratificó en 1994, en el proceso de su reforma, que la democracia argentina se organiza sobre la base de tres poderes. Al negar ese fundamento originario, CFK desnudó el golpismo de su movida, luego del jaque mate de la Corte Suprema.

Es inevitable sondear en el paralelismo con el intento de golpe de Estado que en los años ’70 la fracción Montoneros procuró llevar a la práctica cuando aún vivía Juan Domingo Perón y que éste abortó cuando los expulsó de la Plaza de Mayo durante un histórico acto. En tanto que este gobierno ha reivindicado a esos Montoneros, el nuevo golpe trunco tiene sus analogías pero también sus diferencias.

El ditirámbico estallido emocional de CFK contra la Corte que no se le sometió, en su carrera por la unificación fascistoide de los tres poderes en su persona, remite a otra comparación no menos significativa. En estos mismos días, más de un millón de brasileños se expresaron, sin banderías partidarias, contra políticas del Estado (como desde noviembre del año pasado ocurre en la Argentina, aunque, mientras en Brasil representan el 0,5 % de la población, aquí significaron 2,5%), la presidente Dilma Rouseff reunió de emergencia a su gabinete, suspendió un viaje y reconoció públicamente los reclamos, en tanto en la Argentina la Presidente local acusó a los ciudadanos participantes de ser algo así comoconspiradores y contrarios al bienestar general que supuestamente ella y solamente ella encarna.

Horkheimer y Marx ...

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