viernes, 1 de febrero de 2013

¿Qué hace por mí mi fe? ¿Me habla? ¿Cómo transforma mi comportamiento, mi vida?

¿Te Habló a Ti?


Por Yossy Goldman

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A veces los planes más meticulosos —una estrategia comercial, el plan para un juego de football, o aun (Di-s nos libre), una resolución tomada en la sinagoga en Iom Kipur —no tienen éxito —todo porque nos olvidamos de enganchar la máquina al tren…

La introducción a los Diez Mandamientos que leeremos en la Parashá de esta semana es: "Y Di-s habló todas estas palabras diciendo…" En hebreo, lemor. Cuando la Torá usa la palabra lemor "diciendo", es usualmente porque Di-s está diciendo a Moisés algo importante que Moisés debe a su vez transmitir y decir a los Hijos de Israel. Así, la palabra lemor tiene perfecto sentido. Él le dijo que les dijera a ellos. 


Pero acá tenemos un problema. Verán, todos los judíos estuvieron presentes en Sinaí, y de acuerdo a los místicos, eso incluye a las almas no nacidas de las generaciones futuras. Por lo que no era necesario que Moisés transmitiera nada a nadie. Todos los judíos oyeron los Diez Mandamientos directamente de Di-s. ¿Entonces por qué la palabra lemor? ¿Para decir a quién?

Rabí DovBer, el gran Maguid de Mezeritch, explicó que aquí la palabra lemor significa que te hable a ti. Que esas palabras no queden como simples palabras, sino que resuenen y digan algo significativo para ti personalmente. 

Fueron dichas y oídas y así ellas continúan reverberando para siempre en sus mentes, corazones y actos. 

Los Diez Mandamientos no deben ser una idea abstracta, una máquina sin enganchar, una linda filosofía o una interesante práctica espiritual —algo de no más significado que los rituales de los antiguos Incas del Perú. 

Los Diez Mandamientos deben ser lo suficientemente relevantes para hacer una diferencia en nuestras vidas; de otro modo, ¿A quién y para qué Di-s los dijo?

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Leer aquí: www.es.chabad.org

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