lunes, 24 de febrero de 2014

Pornografía: los adolescentes constituyen un grupo de riesgo, porque tienden a buscar sensaciones nuevas y son los que durante más tiempo se conectan a Internet,


Cómo daña la pornografía a un adolescente

por Ana Aznar

  • ¿Te has preguntado alguna vez qué hacen tus hijos en Internet? 
  • ¿Sabes si están conectados con amigos o con desconocidos?
  • ¿Conoces cuáles son las web que frecuentan o si los juegos que más utilizan son adecuados para su edad?

Con la llegada de la adolescencia la curiosidad de nuestros hijos sobre temas sexuales es muy grande. Si previamente no hemos sembrado confianza en casa para hablar sobre estos temas o si no nos hemos adelantado, lo más probable es que resuelvan sus dudas directamente con sus amigos o a través de la red.

Esta situación la aprovechan con frecuencia otras personas para hacer negocio con la pornografía, a costa de una etapa tan inestable como la adolescencia.

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Cuatro etapas del consumidor de pornografía

El doctor Víctor Cline, de la Universidad de Utah, identifica cuatro etapas de quien consume pornografía:

  • Adicción: el deseo y la necesidad de mirar imágenes pornográficas.
  • Escalada: la necesidad de imágenes más explícitas y fuertes para conseguir el mismo efecto.
  • Desensibilización: el material que al comienzo era sorprendente y tabú se considera como normal.
  • Actuar: tendencia a imitar los comportamientos vistos. Aunque no todos son igual de vulnerables, el doctor Cline concluye que para algunas personas, la pornografía "es la droga que inicia el camino hacia la adicción sexual".

Consecuencias de cara al comportamiento futuro

Jill. C. Manning, en su libro "¿Cuál es el gran negocio de la pornografía? Una guía para la generación de Internet", habla sobre los daños que la pornografía produce.

1. Se trata de algo potencialmente adictivo. Como tal puede obstaculizar la capacidad de una persona para tomar decisiones claras.

2. Puede distorsionar poderosamente la visión de una persona sobre cuerpos, relaciones y sexualidad.

3. Lleva a la gente a cosificar a los demás, viéndolos como juguetes sexuales que existen sólo para su propia satisfacción.

4. Debido a su influencia distorsionadora mina las oportunidades de los jóvenes de tener seguridad en sí mismos, ser felices y crear relaciones duraderas en el futuro.

5. Afecta, por tanto, su capacidad de ver la vida de forma verdadera, provechosa y sana.

6. Disminuye la sensibilidad hacia las mujeres, mostrando más agresiones, rudeza y falta de respeto.

7. Disminuye el deseo de tener hijos y formar una familia.

8. Aumenta el riesgo de tener dificultades en las relaciones íntimas.

9. Aumenta el riesgo de abusar sexualmente de los demás.

10. Aumenta el riesgo de recibir información incorrecta sobre la sexualidad humana.

11. Aumenta el riesgo de insatisfacción sexual con el/la futuro/a esposo/a.

12.Aumenta el riesgo de divorcio una vez casado.



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