sábado, 27 de julio de 2013

Las grandes naciones se construyen sobre la verdad, nunca sobre chivos expiatorios.

Violencia de los 70: la verdad no está tan lejos

POR HÉCTOR LEIS 

Un testamento de los años 70
Terrorismo, política y verdad en Argentina *

Muchas son las personas que me han escrito en los últimos meses, entre ellas numerosos familiares de militares (víctimas o condenados) que me dicen que ellos tienen cómo contribuir a la memoria de los 70 con una autocrítica pero que no saben dónde, ni cómo hacerla. Nadie los quiere escuchar o publicar.

Como prueba de lo que digo transcribo una carta recibida recientemente, entre muchas:“Estimado Dr. Leis, Mi marido está preso hace seis años y condenado a prisión perpetua. Leí con mucha atención sus artículos. Y cuando llegó a mis manos la nota sobre la semana que compartieron Graciela Fernández Meijide y Ud. con el periodista Pablo Avelluto, instantáneamente pensé: “Acá falta una pata de la mesa, alguien de nosotros”. Le aseguro que sobra voluntad de colaboración en dilucidar todo este entramado de los últimos 35 años de nuestro país. Pero desgraciadamente estamos rodeados de un cerco mediático muy difícil de saltar. Me cuesta mucho que se publique una carta de lectores o que lean algo en la radio. Somos “mala palabra”. Le aseguro Dr. Leis que hay autocrítica. Pero es muy difícil para nosotros acceder a los medios ...

Las generalidades son odiosas. Y como en todos los ámbitos hay de todo un poco. Existen aún los que se consideran salvadores de la Patria. Y están los otros que siendo muy jóvenes, en un contexto complicado, salieron a matar o morir. Si escuchara la ampliación de indagatoria de mi esposo en su juicio, quizás se sorprendería. Lo que significó el desprecio de Menéndez y de Videla. Algunos se siguen sintiendo mejores, superiores. Gracias a Dios son minoría.

No soy la persona más objetiva, lo reconozco. Hablo con todos. No juzgo. Trato de comprender para que me comprendan. Un golpe fuerte para mí fue leer a Oscar del Barco y su libro “No matarás” o conversar con Norma Morandini. Compartí seis meses de mi vida en el juicio de mi esposo, sentada al lado de Martín Fresneda, en ese momento querellante por la agrupación HIJOS. Siempre nos tratamos con respeto. ¿Qué puedo recriminarle a un joven que tiene desaparecidos a sus dos padres? Hablamos mucho. Dr. Leis, algo está cambiando. Lo percibo. Pero no encuentro el final. El futuro es incierto. No quiero más odios, no quiero que mis hijos tengan sentimientos de revancha. Quiero recuperar nuestra vida. No hablo de reconciliación, hablo de convivir. Atentamente, Gabriela Parodi” Considero una perversidad ingenua pensar que la memoria actual de los años 70 pueda permanecer como está.

Las grandes naciones se construyen sobre la verdad, nunca sobre chivos expiatorios.

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* Aunque abundante, la reflexión sobre la violencia política de los años 70 en la Argentina no se ha ocupado suficientemente de algunas cuestiones centrales. Entre ellas, la de la responsabilidad política y moral de los militantes que tomaron las armas. Por añadidura, ese pasado reciente y doloroso hoy se hace presente no como objeto de la historia o ejercicio de memoria, sino como estrategia de alineación partidaria, como recurso para establecer afinidades y rechazos.
A contramano de las voces que manipulan el pasado para ponerlo al servicio de los intereses del presente, Héctor Leis, protagonista de la lucha armada en su calidad de combatiente montonero, propone en esta obra una revisión fundamental de esa tragedia argentina. Combinando elementos analíticos y testimoniales, aborda la relación entre el terrorismo, la guerrilla y la revolución y, al tiempo que introduce perspectivas nunca consideradas, concluye su libro con una reflexión sobre el resentimiento, la reconciliación, la verdad, la confesión y el perdón para que sea posible comenzar a construir un país con más futuro que pasado.
Libro polémico, destinado a alentar discusiones y debates, Un testamento de los años 70 es sobre todo una obra desgarradora e impactante, en la cual la implacable mirada sobre la experiencia personal se convierte en un urgente llamado a terminar con la autocomplacencia, la victimización y la intolerancia.

"Entre tanto dolor que aún perdura, [...] un libro sanador." Graciela Fernández Meijide

"Palabras fuertes, polémicas, posiblemente inaceptables. [...] Será atacado por su valor." Beatriz Sarlo 

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