martes, 18 de junio de 2013

Jesús dice sí sabiendo que va a sufrir: Tuvo un accidente de tráfico y ahí comenzó la historia. Una peregrinación nocturna hasta Loreto le cambió la vida

Tras una noche oscura, Benedicto XVI y la Virgen de Loreto la guiaron hasta el convento

por Javier Lozano


La historia de vocación de Ilaria: Tuvo un accidente de tráfico y ahí comenzó la historia. Una peregrinación nocturna hasta Loreto le cambió la vida. Ahora es monja de clausura.


Las peregrinaciones a santuarios y a otros santos lugares han sido siempre fuente de numerosas vocaciones. En Italia, ha crecido mucho la peregrinación de jóvenes de Macerata a Loreto. Caminan 28 kilómetros bajo la noche rezando el Rosario y entonando cánticos hasta los pies del Santuario de Nuestra Señora de Loreto.

Esta peregrinación, que ya ha vivido su XXXV edición, organizada por Comunión y Liberación ha visto como ha pasado de 300 personas el primer año a más de 90.000 en 2013. Y a lo largo de todo este tiempo la Virgen de Loreto ha sido testigo de numerosas conversiones y llamadas a la vocación.

El accidente que da comienzo a la historia
Es el caso de Ilaria una joven italiana que luchó contra Dios durante una de aquellas noche camino de Loreto y que finalmente como María dijo sí. Hace ocho años de eso. Ahora es monja de clausura y ya ha profesado los votos solemnes. Ese día le cambió la vida.

Ilaria cuenta que “esa noche de hace ocho años fue la noche decisiva de mi vida, ¿cómo puedo olvidarlo?”. Ella era como cualquier otra chica de 19 años de su edad. Con sus inquietudes y sus sueños. Estudió arquitectura y su gran afición era tocar la tuba en la banda de su pueblo.

Pero un día, concretamente el 19 de abril de 2005, ella tuvo un accidente de tráfico. Desde el hospital pudo ver en directo la elección de Benedicto XVI como Papa. Este es el comienzo de su historia hacía el convento.

Las palabras del Papa sacudieron su alma
“Me llamó la atención por su sencillez, me sentía abrazada por sus brazos extendidos”, recuerda ahora en el diario Avvenire. Pocos días más tarde escuchó la homilía de inicio del Pontificado del Papa que la dejó completamente abrumada

Estas fueron las palabras de Benedicto que le tocaron lo más profundo de su ser: “¡No tengáis miedo de Cristo! Él no quita nada, y lo da todo. Quien se da a él, recibe el ciento por uno. Sí, abrid, abrid de par en par las puertas a Cristo, y encontraréis la verdadera vida”.

“No puedo explicar lo que me pasó pero después de escuchar esas palabras me eché a llorar y desde ese momento comenzó a resonar en mi cabeza la idea de entregarme totalmente a Dios en la vida consagrada”, cuenta Ilaria.
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