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miércoles, 29 de julio de 2015

«Hoy en día nadie, ni los historiadores arabistas, creen que Al-Andalus fue un crisol de armonía y cultura. Fue una época terrorífica»


La época de Al-Andalus fue terrorífica



Entrevista con Serafín Fanjul, de la Real Academia de la Historia y catedrático de Literatura Árabe



«Hoy en día nadie, ni los historiadores arabistas, creen que Al-Andalus fue un crisol de armonía y cultura. Fue una época terrorífica», argumenta con vehemencia Serafín Fanjul (Madrid, 1945), catedrático de Literatura Árabe, miembro de la Real Academia de la Historia y látigo de los intelectuales complacientes con el Islam y con los nacionalismos periféricos españoles. Fanjul desmonta con sus estudios la idealización de la armonía de las Tres Culturas durante la época de convivencia en la Península de moros, judíos y cristianos. «Los que defienden esa majadería no han leído nada», responde sin contemplaciones antes de enfilar a Juan Goytisolo, «un señorito que ha vivido de creerse un escritor maldito» y que no ha superado las teorías de Américo Castro. Ex militante del Partido Comunista de España [No es el único, dicho sea de paso… N. de El Manifiesto], Fanjul desgrana severas descalificaciones hacia Podemos en esta entrevista en exclusiva con Epipress, porque considera a este partido «algo poco serio que puede dar grandes disgustos». Insta a las autoridades a que obliguen a los musulmanes residentes en nuestro país a cumplir las leyes y la Constitución, al tiempo que recrimina el silencio de las feministas respecto a la matanza de niñas cristianas en países como Nigeria.


Señor Fanjul, ¿qué tiene que ver el Estado Islámico (EI) con Al Qaeda y con el asesinato de Bin Laden?


El Estado Islámico y Al Qaeda son rivales, aunque ambos sean suníes, y son, sobre todo, antioccidentales. Sin embargo, poca gente presta atención al movimiento de rechazo a Occidente más peligroso, que es Arabia Saudí. Es de ahí de donde sale Al Qaeda, Bin Laden y el propio EI que bebe de su ideología y vive de su financiación. Arabia Saudí, Emiratos Árabes y Kuwait sustentan a estos radicales, por más que vendan que los están persiguiendo, eso sí, siempre que actúen en sus territorios. 


¿Por qué se produce ahora una escalada de ataques contra Occidente?


Porque no hay interés en acabar contundemente con esos radicalismos. Lo que importa ya no es el petróleo, sino los flujos de capitales que hay entre Arabia Saudí y Estados Unidos. Hay demasiados intereses financieros manejados por grandes inversores estadounidenses. 


Así que Occidente se queda de brazos cruzados ante esta barbarie, ¿no?


Los radicales islámicos han visto la debilidad de Occidente y ven, sobre todo, a Europa acobardada. Yo creo que se equivocan, porque Europa sigue siendo una gran potencia económica y cultural, y Estados Unidos una gran potencia militar y económica. 


Yihad significa “combate por la fe”. ¿Qué tiene que ver esa guerra santa con el Corán?


En el Corán se exhorta a hacer la guerra por Dios para difundir la fe musulmana. Yihad significa dos tipos de esfuerzo: uno es el interior y el otro el del combate físico contra los enemigos del Islam. Para el 90% de los musulmanes, la yihad tiene que ver con ese combate. Es una obligación de todo musulmán luchar contra los enemigos del Islam. 


¿Qué tenemos que temer entonces los occidentales?


Los occidentales tenemos que temernos a nosotros mismos, a la debilidad que tenemos y que mostramos. Nuestra sociedad, sobre todo la española, se ha vuelto muy blandita porque se ha acostumbrado a vivir demasiado bien y no nos percatamos de que hay otras sociedades que viven mal y que no tienen el concepto del valor de la vida que tenemos nosotros. Cuando se vive en situaciones precarias se relativiza mucho lo que se hace, aunque la mayor parte de los terroristas tan sólo cumplen órdenes de dirigentes. 


¿Qué tipo de dirigentes?


Personas que no son pobres como ellos, gente acomodada que actúa por venganza, rencor, revancha y resentimiento personal. Son personas que viven entre nosotros resentidas con la sociedad y que, si no hacen algo, atisban un futuro frustrado y un presente muy feo. 


Pero no todos los resentidos se hacen terroristas…


No, pero sí que vemos que se unen a partidos como Podemos que critican al sistema, algo que, por cierto, ya hacían los neonazis. 


¡Oiga, no me compare a los terroristas islámicos con Podemos!


No. Podemos es una cosa muy poco seria en origen que puede darnos muchos disgustos en el futuro. ¿Qué se puede esperar de un partido liderado por unos profesores universitarios de tercer nivel que en vez de estudiar se fueron a Venezuela?


Algo habrá hecho mal Occidente para que se dé ese peligroso caldo de cultivo entre los resentidos musulmanes, ¿no cree?


Por supuesto. La retirada colonial de los años 50 dejó un vacío político y administrativo en los países que se hicieron libres que ocupó el Islam desde las mezquitas como fuerza de cohesión. Los europeos se replegaron y renunciaron a su influencia cultural e ideológica en esos países, y además la religión cristiana, eje de las políticas europeas, dio paso a movimientos laicos y nos quedamos sin retaguardia moral en la que refugiarnos. Las convicciones religiosas siempre dan seguridad y cohesión a los grupos humanos. A todo esto hay que unir la eclosión demográfica de los países musulmanes que ha sido importada como mano de obra por muchos países de Europa. Tras la guerra del Yom Kippur del 73, muchos países se encontraron con un dinero del petróleo con el que jamás habían soñado, luego pasaron a los flujos financieros y de inversión con Suiza, Inglaterra, Alemania y Estados Unidos, y ahora dan la calderilla que les sobra a los radicales. Para un ejército de desarrapados, el dinero que recibe de Arabia Saudí es agua de mayo.

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